¡Amanecer! ¡Atardecer! Dos extremos de belleza y gratuidad en los que la Vida se renueva, en la memoria de nuestra identidad, en la añoranza de la proyección. Como si Dios Padre, sacerdote universal, nos convidase a comulgar lo mejor de su creación para alabarle y encontrar su noticia en todas las cosas. Grandiosos espectáculos en el cotidiano silencio de mi Castilla, de horizontes ilimitados, sin fronteras, ancho y cercano, latiendo con amor.
TESTIMONIO DEL VALOR DEL ARCHIVO DIOCESANO DE HUACHO ANTE EL 19 ANIVERSARIO
DE SU CREACIÓN
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TESTIMONIO DEL VALOR DEL *ARCHIVO DIOCESANO DE HUACHO* ANTE EL 19
ANIVERSARIO DE SU CREACIÓN
José Antonio Benito Rodríguez
¡Cuánto agradezco al di...